¿Sabéis montar a caballo?, fue una de las preguntas que Bittor nos hizo nada más llegar a su centro hípico, y si bien es cierto que todos los años solemos realizar una actividad de este tipo, estamos muy lejos de ser buenas amazonas, así que algo fundamental cada vez que montamos a caballo con la niña es, su seguridad.
Gracias Bittor por estar tan pendiente de Chloe durante todo el paseo, quizás por eso yo estuviera , tan tranquila y segura, quizás por eso disfrutara tantísimo de este bonito paseo, y como no, gracias a Basquemountains por organizarme este plan en familia.
Una de las actividades que más le gusta hacer a la peque de la familia, es montar a caballo. Disfruta muchísimo de su compañía, y es increíble observar esa complicidad e ilusión que le proporciona estar con ellos.
Quizás por ser yo más adulta, haya perdido ese tipo de complicidad, pero lo que si tengo claro es que lo que sentí allí a los lomos de aquel caballo llamado Pumba, durante 1 hora y media, fue una Paz Absoluta. Allí me sentí relajada y desconectada del mundo, ¿no está nada mal tener esa sensación de vez en cuando verdad?.
Aquí en el Centro Hípico Hamaika Izpi se me aportó todo lo que yo necesitaba para poder disfrutar de este paseo en caballo, sin más preocupación que el de toparme de vez en cuando con alguna que otra rama en mi camino.
Y te preguntarás ¿y la niña?, la pequeña de la familia se lo está pasando genial montada en una preciosa potoka, asesorada y vigilada en todo momento por Bittor. Así que durante hora y media voy a disfrutar de lo lindo, primero del paseo, segundo del entorno con estos colores que proporcionan el otoño y que tanto me gustan, y tercero, de ver a mi hija tan feliz con su nuevo compañero de aventuras.
Pero vayamos por partes, porque antes de realizar el esperado paseo hemos realizado varias cosas.
Centro Hípico
Hamaika Izpi no tiene pérdida, está en un alto de Elorrio en Bizkaia. En el centro hípico, te esperará Bittor con los caballos y una sorpresita llamada Litle Mikiwi y que a Chloe le encantó encontrar.
También cuentan con un pequeño recinto con todo lo necesario para disfrutar de nuestro paseo y sentirnos de lo más seguros.
Acicalar al caballo
Primero de todo y antes de comenzar, ¿qué tal si peinamos a nuestro caballo?, y de nuevo mi pequeña más feliz que una perdiz.
Pequeña clase
Y como no, antes de salir a pasear, tenemos que poner en práctica lo que Bittor nos ha enseñado, y para ello empezamos en un recinto habilitado.
Ahora si, ya sabemos lo principal. Hemos aprendido a coger bien las riendas, a decir “paso” para avanzar y “ooouuuu” para parar. Importantes palabras que en aquellos momentos previos se convierten en lo más importante de nuestro mundo.
Disfrutar del paseo
Y por fin, llega el paseo, ¡qué ganas!. Con todos los sentidos puestos en disfrutar de la experiencia, allá que vamos cual amazonas por este sendero alrededor de Elorrio, acompañados además y en todo momento, por una guía muy simpática llamada Luci.
La recompensa
¡Qué bien se han portado los caballos!, así que al finalizar el paseo, ¿qué tal si los recompensamos con unas sabrosas zanahorias?
Necrópolis de Argiñeta
Y cuando pensábamos que la excursión ya había terminado, Bittor nos cuenta que muy cerca de allí se encuentra la Necrópolis de Argiñeta, ¿de verdad?, el día todavía no ha finalizado, así que vamos a aprovechar a visitarlo, pero esto será en otro post, ¿quizás me lo organice también con Basquemountains?😉
FOTOGRAFÍA: Alberto Lorenzo.
Categorías: Destinos con niños, Viajar con niños
Etiquetas: montar a caballo
Destino: Bizkaia con Niños, España con Niños, Europa con Niños
Temática: Actividades con niños, Granjas con niños, Planes en familia
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