Mis impresiones en el RIU Hotel Costa del Sol. Torremolinos

Quizás una de las cosas que más me gustan de este tipo de hoteles además de muchas otras es, que al pasar mucho tiempo en él, disfrutando de las animaciones, de sus variados restaurantes, piscinas y espectáculos, coincides posiblemente con las mismas personas, y eso nos pasó en esta pedazo mini-ciudad, conocimos y coincidimos con una pareja malagueña, majos hasta decir basta, y simpáticos a rabiar ¡qué arte tienen estos malagueños! ¡qué risas nos hemos echado! nos hemos “jartao” a reír aquí en el RIU Hotel Costa del Sol.

¿Pareja malagueña? Si como oyes, y la primera pregunta que les hice cuando les conocí fue ¿pero cómo, que vivís a media hora del hotel RIU Costa del Sol, y habéis venido aquí a pasar 1 semana entera de vacaciones? ¡anonadada me quedé!

El RIU nos mima

“Claro quilla…lo único que necesitamos durante una semana de nuestras vidas es que nos cuiden, nos mimen, que haya diversión, buena comida, espectáculo y eso quilla nos lo da el RIU siempre ¿y para que vamos a irnos más lejos si lo tenemos al lado de casa?”

Y aquí apoyada en una de las zonas del hotel con vistas al mar, pienso, reflexiono y observo a mi alrededor, y veo que es cierto y que existen diferentes tipos de viajero y si bien es cierto que yo me caracterizo por ser y perdón por la expresión “un culo inquieto”, hay otras muchas personas que lo que buscan y necesitan por lo menos unos días al año, es descansar, que los cuiden y los mimen, y eso, lo consigue el Hotel RIU allá a donde vayas.

Y aunque yo siempre busco investigar y conocer el destino, es cierto, que esta vez me da un poco más de pereza salir del hotel, ¿será por nuestros nuevos amigos? ¿será por la buena animación que entretiene y divierte a mi pequeña? ¿será por el buen trato del servicio, siempre tan amable? ¿la buena comida? ¿la decoración? ¿será un cómputo de todo?

Y aquí sumergida en las aguas de la enorme piscina del hotel, aprovechando los ansiados rayos de sol que tanta falta me hacen aquí en el norte, observo a mi hija lo bien que se lo está pasando ensayando una canción con su padre para el concurso de karaoke de esta noche y pienso…¿por qué no? ¡necesito que me mimen a mi también!.