Que de sorpresas nos hemos encontrado en la Ferrería de El Pobal en Muskiz, nuestra intención era visitar la ferrería, pero no teníamos ni idea de que allí mismo además, nos íbamos a encontrar con esta bonita cascada en el río Barbadún y un pequeño bosque de Bambús. ¡Me encantan las sorpresas!.
El precioso entorno que rodea la Ferrería de El Pobal de Muskiz, hace que su visita sea aún si cabe, más apetecible. Pero vamos al motivo que hizo que planeáramos visitar la casa de los antiguos ferrones, y que para verlos en acción es necesario ir un sábado y a las 12:00.
Y después de una visita guiada por la Ferrería, llegamos a lo que todos estábamos esperando ver en todo su esplendor, las llamas que mantienen este viejo edificio abierto con tanto misterio.
Pero vamos por partes;
Reservar la actividad
Para poder disfrutar de la demostración en vivo del maestro ferrón, es necesario reservar con antelación, yo lo he hecho AQUÍ.
Edificio
Merece la pena, mientras esperamos a que llegue la hora de la visita, echar un vistazo a este antiquísimo edificio, como podrás ver, su exterior es muy bonito, adornado por varias cascadas y una cómoda explanada para que correteen y jueguen los niños.
Visita guiada
Comienza la visita a la ferrería, hay que estar muy atentos, y al igual que hicimos con la actividad de Ollerías, el museo de Alfarería, nos encanta descubrir antiguos oficios vascos que mantienen todavía su esencia muy presente en la actualidad y que gracias a estas acciones nuestros hijos aprenden mucho sobre las profesiones de tiempos atrás.
El Molino harinero
Y lo primero que nos enseñan es el molino y su funcionamiento, pero lo más interesante es que los niños pueden embadurnarse de harina de maíz, así que como te puedes imaginar, están encantados. Eso si, también han aprendido todo el proceso.
Y unas manos embadurnadas de harina provocan risas y carcajadas, sobre todo cuando estas “granujillas” me manchan con ellas la nariz.
Viajar es educar
Este tipo de visitas siempre tienen doble objetivo, aprender cosas y hacerlo divirtiéndose, así que vamos a la segunda zona de la ferrería donde descubrimos jugando, un montón de cosas interesantes. ¿Adivinas como se llama cada herramienta?.
El Carbón
Encontramos una galería llena de carbón y es que por lo visto junto con el mineral de hierro, era parte fundamental del funcionamiento de la ferrería. Y sobre la marcha se me ocurre decirles a las pequeñas que es allí donde Papá Noel recoge el carbón para los niños malotes. ¿Ala sí?.
El Ferrón
Y por fin llega lo que más estábamos esperando, ver al ferrón actuando en directo, pero para eso se necesitan unas gafas especiales, y con ellas, toca disfrutar de un gran espectáculo de luz en forma de chispitas.
El Herrero
Por último y quizás lo más impresionante de la visita, es la demostración del herrero y ver como convierte el hierro en diferentes herramientas, y aquí y de una forma muy peculiar, también pueden interactuar los más pequeños.
El entorno
Y como os contaba al principio, el entorno nos gustó tanto a la llegada, que no pudimos irnos de allí sin disfrutar de aquello un buen rato a nuestra salida del museo.
La Ferrería de El Pobal en Bizkaia, es un plan genial para pasar unas horas con la familia, y sobre todo y como a mi me gusta, aprender divirtiéndose.
FOTOGRAFÍA: Alberto Lorenzo.
Categorías: Destinos con niños, Viajar con niños
Destino: Bizkaia con Niños, España con Niños, Europa con Niños
Temática: Actividades con niños, Museos con niños, Planes en familia