Parque de atracciones en San Sebastián; el Monte de Igueldo

En Donostia – San Sebastián existe un pequeño tesoro con más de 100 años de historia llamado Monte de Igueldo; un lugar que cuenta con el privilegio de ofrecer las mejores vistas panorámicas de la ciudad incluida la bahía de la Concha, y un pequeño parque de atracciones que mantiene su estilo antiguo y original, provocando risas y diversión a los niños desde el año 1927 hasta la actualidad.

Un antiquísimo funicular rojo, unas impresionantes vistas panorámicas a San Sebastián y un parque con atracciones de lo más peculiares son 3 de las experiencias que las niñas vivieron aquel día. Sus caritas se transformaron cuando de repente empezaron a ver un montón de atracciones alrededor de ellas, todo un pequeño recinto pensado y construido con una gran idea; conseguir la diversión de los niños y por qué no, de los adultos que las acompañan. La mayor preocupación del día sería decidir por qué atracción empezar y por cuál de ellas continuar.

Los orígenes del recinto

Es interesante descubrir los orígenes del Monte de Igueldo “en un inicio el recinto se construyó para albergar una sala de baile, restaurantes y un casino, pero cuando el juego se prohibió, buscaron alternativas decidiéndose finalmente por la construcción de un centro de ocio para la ciudad y que se inauguraría en el año 1927 ” apuntan los responsables del recinto.

3 maneras de subir al Monte de Igueldo

la primera y más utilizada por los turistas es el funicular de color rojo – entran 50 personas por vagón–. Inaugurado en 1912, lleva funcionando más de 105 años guardando y conservando la misma estética del recinto, – cuesta 3,15 euros persona ida/vuelta (menores de 7 años cuesta 2,35 euros persona) –

Otra de las posibilidades es subir con el vehículo hasta arriba – 2,20 euros por ocupante del vehículo (menores de 3 años gratis) – una vez pagas la entrada se puede subir al recinto y aparcar el coche justo al lado de las atracciones.

La última posibilidad es andando, aunque desde información del parque nos cuentan que “no es muy aconsejable porque el camino no es peatonal”.

Las niñas eligen la primera opción, cómo no, la del funicular rojo, se lo pasan en grande viéndolo pasar y subiendo en él, esa diversión dura exactamente 3 minutos y 20 segundos que es lo que tarda en llegar a la cima.

La atracción estrella del parque; la Montaña Suiza

El recinto del Monte de Igueldo cuenta con un total de 20 atracciones, pero la atracción estrella y que más se hace desear por las niñas es la famosa Montaña Suiza inaugurada también en el año 1927.

Las pequeñas de la familia se lo pasan fenomenal gritando con las manos en alto mientras la Montaña Suiza desciende rauda y veloz, eso sí, dirigida en todo momento por un simpático conductor.

Después de la velocidad, llega la calma que les aporta una pequeña excursión en la Barca del Estanque donde las pequeñas negocian el turno del volante. Otra excursión también en barca, tiene lugar por el Río Misterioso donde esta vez nos dejamos llevar descendiendo tranquilamente por un río desde donde también y a la vez, se pueden disfrutar de las vistas panorámicas hacia la bahía de la Concha. Pero la calma duraría poco cuando de repente deciden sentir la sensación del miedo en la Casa del Terror y la sensación de la sorpresa en el Gran Laberinto.

Estas niñas son incansables, no paran de corretear de un lugar a otro, todavía quedan muchas más atracciones, pero el recinto para deleite de todos cuenta también con un restaurante-cafetería donde ellas pueden merendar saboreando unos helados, y los adultos pueden tomar algo a la vez que disfrutan de las increíbles vistas a la ciudad de San Sebastián.

Por cierto, hay que recordar que, aunque el parque abre todo el año, es necesario tener en cuenta varios apuntes; en julio y agosto, el parque de atracciones abre todos los días, en junio y septiembre, abren la mitad de la semana y en otoño-invierno, solo abren el fin de semana.

“El 80% de los visitantes al Monte de Igueldo son turistas y durante estos 2 últimos años han recibido más de 500.000 visitantes” nos informan desde el parque, una cifra que les enorgullece y que esperan mantener durante los años próximos.

El parque de atracciones mantiene la esencia de lo antiguo

Desde luego a esa cifra van a tener que sumar próximamente a 6 personitas más, porque las niñas lo han pasado tan bien que estamos convencidos de volver a repetir este plan con ellas, un plan por cierto, que resulta ser todo corazón y que además nos recordó muchísimo a otro muy similar vivido en París más concretamente en el Jardín D’Acclimatation situado en el famoso bosque de Boulogne, otro parque de atracciones que respira y mantiene la misma esencia que éste, guardando un respeto hacia el valor de la historia, esta vez en forma de parque de atracciones.