Sabes esa sensación que se siente cuando se ve a un niño pequeño y le coges por los mofletes y dices; ¡hay que te comooo!. No sabía bien como expresar escribiendo lo que sentí al llegar a Kaysesberg, fue algo parecido, una sensación de ¡Qué preciosidad de lugar! ¡¡¡me lo comoooo!!!. De verdad ¿puede ser la Alsacia después de conocer Colmar, más bonita aún?
Entiendo que la comparación de sensaciones te pueda parecer extraña, pero no lo es para mí, ¿quizás sea porque soy mamá?. Imagínate esa sensación tan embriagadora y que además puedas compartir la suerte de estar allí con tu hijo, ¡sin palabras!. ¿Se me nota en la cara la felicidad?. Me siento muy afortunada, no siempre se consiguen sensaciones de ese tipo en los destinos, pero es que la Alsacia me lo pone tannnn fácil.
Después de pasar toda una mañana en la preciosa ciudad de Colmar, teníamos el listón muy alto, pensábamos que ya ningún otro lugar cercano podría sorprendernos más, y no es que Kaysesberg sea más bonito, si no que tras una mañana en un lugar espectacular, 10 minutos después a unos 10 km de distancia encontramos una continuación de la misma maravilla. Fue toda una sorpresa y de las buenas.
Kaysesberg es muy pequeño, y mucho más tranquilo que Colmar. Tiene un encanto especial, quizás por el hecho de ser más pequeño y porque lo encontramos con mucha menos gente, pudimos pasar allí un par de horas, tranquilos y con nuestro propio espacio.
Un lugar de cuento
Fíjate en la luz, sus colores, las casas de madera repletas de flores, su riachuelo, su sonido, su paz, es increíble lo que ofrece este lugar. Y si ya en las cosas más sencillas encuentro magia, aquí en este destino tan pero tan bonito, solo puedo pensar que escondido entre alguna de sus preciosas casas, quizás haya alguien mandándome un hechizo, así que aquí en este preciso momento mientras observo sentada, me siento como si estuviera “embrujada”.
Despierta ya querida amiga, en los cuentos también se come. Mira por donde encontramos una creperie junto al puente ¡qué bien!, solo faltaba endulzar la estancia de las niñas con rico chocolate, y quizás ¿un café francés?
Cómo te puedes imaginar, lo hemos disfrutado muchísimo, y aquí sentada en una de las calles, preparada para que Alberto me saque una de sus preciosas fotos, así como quien no quiere la cosa, ¡no me quiero levantar! ¿lo entiendes verdad?.
Categorías: Destinos con niños, Viajar con niños
Destino: Alsacia con Niños, Europa con Niños, Francia con Niños, Kaysesberg con Niños
Temática: Lugares de cuento
Verdaramente lugares de cuenos !!
Veo esas fotos y casi parece irreal !
Pero ya casi compro boleto , para ir
Al lugar y empaparme de su paz y belleza.
Me falta una compañera que tenga tiempo , pues y ya
Parto pues mañana desde mi pais Chile