Decidir qué pueblos íbamos a visitar en la Bretaña Francesa, no fue difícil. Me limité a buscar en google, y encontré un artículo de la famosa revista Conde Nast Traveler, donde Dinan junto con Saint Maló, aparece en su lista de los 10 pueblos más bonitos de la Bretaña. Además me convenció el recuerdo, un recuerdo que conseguí hace unos 15 años cuando la visité por primera vez con mis padres y que me prendó por completo. Así que tenía claro que al igual que a Mont Saint Michel en la Normandía, aquí, también teníamos que volver, y esta vez sería con nuestra hija y nuestros mejores amigos.
Dinan era tal y como la recordaba, estaba igual que aquella primera vez, sigue conservándose como una pequeña ciudad medieval congelada en el tiempo, a pesar del paso de los años no ha cambiado, quizás sea ése su punto fuerte, y el motivo que provoca que miles de turistas se acerquen cada año, así que poder disfrutar de toda ella, es casi como ser partícipe de una película situada en la Edad Media, todo un privilegio.
Según llegas a su casco histórico la aparición de numerosas casitas con entramados de madera de diferentes colores en la Place du Cordeliers, ya nos va anunciando lo que Dinan nos depara. Es totalmente normal que los niños sientan algo mágico cuando pasean por sus calles, las pequeñas el día anterior habían visto la película de la Bella y la Bestia y corretear por estos lares les resultaba de lo más familiar.
Y de repente una calesa, cómo no, hay que parar unos minutos, y de repente una gran torre; la Torre del Reloj, foto obligada, hay que parar otro poco y así durante todo el recorrido. Cada rincón, cada calle y paisaje de Dinan invita a una foto. Es el escenario perfecto para rellenar nuestro álbum en este bonito viaje por el norte de Francia.
La Rue Jerzual, la calle más importante
Pero entre paseo entre callejuelas y degustaciones de sabrosas crêpes, hay algo que me “ronronea” por la cabeza. Me sonaba que había una calle preciosa eso si, con una gran pendiente, me sonaba mucho, así que aprovechando nuestra parada en una cafetería, lo primero que hago es preguntar a la dueña. Y por fin la encontramos, la zona que más recordaba, La Rue Jerzual, la calle más importante de la ciudad y que une ésta con el bonito y pequeño puerto.
Que felicidad, me sentí como si fuera pequeña y hubiera encontrado mi primer caramelo ¿se dice así? “más feliz que una perdiz”..así que “venga…a bajar por ella se ha dicho”, pero….. ¿llegaremos en algún momento al puerto? no hacemos más que pararnos o bien para entrar a las bonitas tiendas o bien para sacarnos más fotos y ya sé que en mí eso es algo normal, casi obligatorio, pero ¿en mi amiga? eso si que es raro, y mira por donde en esta ocasión es ella quien no para de pedir fotos y más fotos ¡qué locura más divertida!.
Espera que ahora es la pequeña del grupo la que me pide parar para sacarse una..lo dicho ¿llegaremos algún día al puerto?.
Y por fin, llegamos al pequeño puerto, y mira por donde con concierto en directo y todo, menudo ambiente que hay en Dinan, toca desconectar de la cámara y bailar con las pequeñas un rato ¿no te parece?.
Y cuando ya empieza a acercarse la hora de volver, empezamos a pensar que íbamos a tener que subir ¿con una silla? venga chicos ¡vosotros podéis! ¿Una paradita en otra crêperie para coger fuerzas? y si es con chocolate mejor, hoy creo que ya no cenamos.
Dinan con niños
- Tren turístico; una bonita opción para conocer la ciudad con los niños.
- Calesa; triunfo asegurado si viajas con los niños.
- Barco turístico en el puerto; otra bonita opción para conocer Dinan desde el puerto.
- Museo “Rail Museum” está en la estación de ferrocarril de la ciudad, así que si tu hijo es un niño apasionado por los trenes, ya tienes otro plan.
- Crêpes; olvídate del bocadillo, hoy toca merendar ricas crêpes.
- Subir montada en la silla por la Rue Jerzual; que aunque para los adultos no es tan divertido para la pequeña si que lo ha sido. ¿Consejo? calzado cómodo.
Mas información Oficina de Turismo de Dinan
Así que esta pequeña visita por Dinan con las niñas, termina como empieza, con una última foto en la Place du Cordeliers, rodeada de casitas de entramados de madera de diferentes colores. Hasta la próxima Dinan.
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