Te contaré un secreto, hoy toca descubrir un destino que no mucha gente conoce y del que no teníamos planeado ir. Viajar en coche tiene muchas cosas buenas, y una de ellas es la posibilidad de improvisar en el viaje, y tal y como nos pasó con Colmar, en la Alsacia francesa, esta vez así de casualidad y gracias también a las bonitas postales que adornaban una gasolinera camino a Albi cerca de Toulouse, descubrimos un lugar llamado Cordes Sur Ciel.
Según llegábamos, se nos iba presentado a lo lejos y en directo, la preciosa postal que teníamos en las manos. ¡Qué bonito!. Tal y como esperábamos, resultó ser un lugar además de bonito, divertido para los niños. ¿Te explico porqué?.
Pasear entre las calles de Cordes Sur Ciel a lomos de unos pequeños burritos, como te puedes imaginar, fue uno de nuestros imprescindible para la niña.
¿Dónde están?, no te preocupes porque será lo primero que verás según llegues a la plaza principal.
Justo cuando íbamos a comenzar a ascender por sus calles, nos encontramos con un señor que estaba peinándolos, y nos ofreció la posibilidad de que la niña les diera de comer y pudiera subir en uno de ellos para dar un muy pequeño paseo por las pintorescas callejuelas de Cordes. Una actividad muy simpática que nos recordó a una muy parecida que hicimos con nuestra hija en la preciosa isla de Santorini.
Una vez recorrimos un par de pequeñas callejuelas empedradas acompañados de estos simpáticos animalitos, comenzamos nuestro ascenso particular. Descubrimos sus pequeñas tiendas, ofreciéndonos productos típicos del lugar, y objetos muy curiosos. En el paseo, descubríamos también sus misteriosos e inclinados rincones que hacen de este lugar, un lugar tan especial, nos íbamos adentrando en otra época, una época medieval que a mí tanto me gusta y que tanto encanto me produce, pero sobre todo nos envolvía una enorme serenidad. Cordes Sur Ciel resultó ser un lugar ideal para desconectar del bullicio de la ciudad.
Recuerda, sobre todo si viajas en coche por Europa, muchas veces los lugares que ni pensabas que existían, se cruzan en tu camino sin saberlo y pueden resultar ser los más bonitos.
Tal y como leí en una publicación sobre este precioso pueblo medieval, Cordes merece su nombre y es que parece que flota por encima de los cielos, pero es que además visitarlo con niños gracias a su pintoresca actividad en burrito, lo hará mucho mas atractivo.
Categorías: Destinos con niños, Viajar con niños
Destino: Cordes Sur Ciel con Niños, Francia con Niños
Temática: Actividades con niños, Pueblos Medievales
Precisííííísismooo!!!!me encantan estos pueblecitos medievales,me gusta pasear por sus calles y ver los edificios y las tiendas que tan acogedores los hacen.Y qué suerte de día,un cielo precioso.