Cayo Blanco en Varadero, es un pedacito de cielo cubano. ¿Te vas a quedar sin disfrutar de aquella maravilla?.
Si hay una excursión que no puede faltar cuando se viaja a una isla del Caribe esa es, visitar un Cayo, y no es porque lo diga yo, si no, porque cuando te alojes en cualquier hotel, será una de las excursiones que te ofrecerán si o si. Así que venga, hazles caso, elige una y disfruta del paraíso pero multiplicado por 2.
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Cayo Blanco en Varadero, un pedacito de cielo cubano.
Un viaje a Cuba ofrece muchas posibilidades y de lo más variopintas. Es un destino muy seguro y lo mejor de todo, es que salir del hotel para conocerlo es posible, es de lo más aconsejable y es irresistiblemente imprescindible.
Excursión desde Varadero
Así que pasar unos días en Varadero no es igual a pasar unos días metida en un hotel con pulserita y del que no sales más que para hacer 2 excursiones. Varadero te ofrece miles de opciones y si, es cierto que una de ellas es la típica, visitar un Cayo, pero, ¿quién va a decir que no a disfrutar de un pedacito de cielo cubano?
Visita Cayo Blanco
3 billetes para la excursión a Cayo Blanco por favor- -dije sin pensármelo, y al día siguiente nos recogía en la puerta del hotel un autobús, éste nos acercó a un catamarán, éste nos permitió hacer en la mitad del recorrido snorkel, nadar con delfines y por fin acercarnos hasta el deseado destino.
Aguas azules y cristalinas de lo más calentitas, arena finísima y blanca, una bonita palmera y un chiringuito, protagonizan este bonito Cayo. No hace falta nada más para disfrutar del paraíso. Además no me he vuelto loca preparando nada ni estudiando el terreno. De vez en cuando hay que dejarse llevar por los expertos de la zona.
Prohibido el estrés
Prohibido no disfrutar, prohibidas las preocupaciones y prohibido el estrés, en Cayo Blanco, todo aquello desaparece por unas horas. De eso se trata ¿no?, así que no te cuento mucho más a parte de que la langosta y la paella en el Cayo estaban riquísimas y de que en esas horas nuestra mayor preocupación era decidir si queríamos piña colada o agüita de coco.
Y que te voy a contar que no sepas. Este tipo de escenario paradisíaco es perfecto para el “postureo”, así que no voy a pedir mil perdones por haberme hecho miles de fotos de este tipo. Cayo Blanco me lo ponía a “huevo”…oiga.
¡Qué vida más estresante!, ¡qué desconexión!. A disfrutar, que lo bueno pasa muy rápido y en unos días volvemos a la rutina del día a día. Pero bueno, ¿qué estoy diciendo?, si ya estoy en casa, tecleando en el ordenador, atendiendo las llamadas al móvil, revisando los emails, organizando la casa y la vuelta al cole de la niña buffff. A este paso o me tomo una ibuprofeno o me leo otra vez este post para volver a tele-transportarme a un mundo de “desconexión” donde no existe ningún tipo de preocupación.
Welcome to Cayo Blanco.
Categorías: Destinos con niños, Viajar con niños
Destino: América con Niños, Cayo Blanco con Niños, Cuba con Niños, Varadero con Niños
Temática: Actividades con niños, Planes en familia, Playas con niños