¿En qué momento mi hija ha dejado de ser ya una niña pequeña para convertirse en una mujercita?, ¿en qué mes, día, año, o fecha en concreto ha dejado de depender de mí al 100%?, si solo era ayer cuando la cogía en mis brazos y la acunaba contra mi pecho mientras le cantaba una nana. Es increíble lo rápido que ha pasado el tiempo, ¿Cómo es posible que me haya dado cuenta de todo esto mientras estaba alojada en este hotel?.
Después de pasar 9 increíbles días viviendo preciosas aventuras con mi familia en Cuba y no desprenderme de ella ni un segundo, tras nuestro regreso, teníamos planeado descansar y mimarnos, pasando 5 días en el Hotel RIU Chiclana. Y fue allí, así como quien no quiere la cosa, donde aprendí y percibí por primera vez en 10 años, la sensación de estar de vacaciones con ella y estar sin ella a la vez, por lo menos durante unas horas al día.
Vaya impresión más extraña, que primera sensación más rara. – ¡Hola mamá, estoy aquíiii!-, y al verme viene corriendo a darme un beso, pero de la misma que viene, ahí que se va corriendo otra vez. ¿Será posible?¿qué tiene el miniclub del RIU que ha hecho que casi no vea el pelo a mi pequeña en estos 5 días?.
Está claro que en este hotel encontré la seguridad que necesitaba y buscaba en un alojamiento para poder “desconectar” el chip de madre durante unas horas al día. Sabía tras conocer este hotel el pasado mes de abril, que allí, mi hija se lo iba a pasar genial y que iba a disfrutar muchísimo de todo lo que ofrecía y sobre todo, que estaría en buenísima compañía.
Diferentes sensaciones ante esta nueva situación viajera
Enfado
Pero bueno, ¿es que mi hija ya no me necesita las 24 horas del día para divertirse en sus vacaciones? , ¡qué enfadada estoyyyyy!!!.
Extrañeza
Sentí una percepción muy extraña la primera vez que dejé durante unas horas, a mi pequeña en RIULand, me recordó aquel día años atrás, cuando dejaba por primera vez en la guardería a mi pequeña. ¡Extraño, extraño, extraño!.
Desconcierto
¿Pero es esto lo que se siente?, ¿qué nueva sensación viajera es esta?. Del desconcierto que siento en aquel momento, pierdo hasta el equilibrio.
Relajación
De repente me dije; – pues oye, esto no está mal del todo, ¿no?, ¡qué relax!-.
Demasiada relajación
¿De vacaciones y tiempo para mí? pero…. si tenemos tiempo para los dos, para la pareja ejem, para tomar el sol sin levantar la vista, para disfrutar de un masaje, para leer sin interrupciones, para bajar a la playa de la Barrosa y agenciarme sin rechistar su nuevo flotador rosa, para… ¿tantas cosas?.
Mala costumbre
Me acostumbré rápido, así que durante estos días cuando venía corriendo a darme el beso, al final, era yo la que le decía, – venga corre para allá, que te están esperando para jugar-, -con lo bien que se está tomando algo aquí en el Liquid Bar- pienso.
Desconcierto
¿Será posible?, pues percibir ésta nueva sensación, a veces, no está nada mal, eso sí, fue ahí cuando pensé…¿pero en qué momento mi hija ha dejado de ser un bebé para convertirse ya en una mujercita y poder despreocuparme por unas horas de esta manera?.
Te presento a Calú, uno de los culpables de mi “gran desconcierto”, te presento la piscina del barco pirata, te presento la chiqui-discoteca, el voleybol, la petanca, las clases de pintura, de baile y los juegos en el agua, sus monitores, sus clases de arte…
Desconexión
Una de esas sensaciones que te dejan la vista fijada en un mismo lugar durante un largo tiempo sin en realidad ver nada. Un estado de inopia total ante esta nueva sensación y que me permite seguir pensando en nada durante un largo tiempo. ¿Es esto la desconexión?.
Reencuentro
Y después de esas horas que mi niña pasaba jugando en RIUland con sus monitores y nuevos amigos pasándoselo pipa, después de esas horas separadas, llega el reencuentro. ¡Qué bien nos ha sentado a las 2 este tiempo libre! y qué bien poder volver a jugar juntas y con las pilas cargadas. – Cariño, ¿me has echado de menos?.
Felicidad
Y la mejor de las sensaciones, es aquella que te hace sentir felicidad junto con las personas que más quieres en el mundo, es tener la percepción de estar en el lugar perfecto en el momento perfecto para conseguir éste estado de ánimo. Y aquí en el Hotel RIU Chiclana lo conseguí durante toda mi estancia, empezando con la fiesta de la espuma de los martes.
NOTA: gracias Alberto porque como siempre logras sacarnos estas preciosas fotografías donde con imágenes, expresamos todo lo que estamos viviendo. Gracias sobre todo, porque aún estando malito lo hiciste posible.
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