En este post no habrán ni fotos “bonitas” ni “poses” ni “carcajadas” ni un “resumen” pensado ni organizado para explicarte mi experiencia. Será un post diferente y lleno de imprevistos. Me encanta viajar y lo sabes, pero tienes que saber que no te he contado absolutamente todo sobre nuestros viajes en familia. Existen contratiempos, enfados, agobios, equívocos y situaciones que se escapan a mi control. Algunas de las cosas que nunca te he contado y me he reservado hasta ahora han sido;
1- Traslados interminables
Para viajar y hasta que no inventen una cabina que tele-transporte, como ya sabes, hay que trasladarse de un sitio a otro, y a veces estos traslados son interminables. No te dejes engañar por la fotografía, si estoy descansando pero 1 minuto, la mayoría del tiempo en los traslados los aprovecho para trabajar; recopilar las fotos, editarlas, escribir post, clasificar el contenido en carpetas…no desaprovecho casi ni un segundo, y si, a veces caigo rendida; sin maquillajes, sin filtros, tal cual. Los traslados cuando son de muchas horas son un royo, pero también son necesarios, así que depende de ti y de cómo aproveches ese tiempo, podrás incluso hasta sacarle provecho, bien para descansar, bien para trabajar o bien solo para observar por la ventana.
El padre de familia en cuanto puede cierra los ojos, él, es quien lleva el mayor peso del viaje, es decir, el que carga con las maletas más pesadas, el que lleva casi todo el día colgado del cuello una pesada cámara, y si, su trabajo también consiste en aportarme tranquilidad en los momentos más tensos que se puedan producir y lo más importante, Alberto es el que consigue las preciosas fotografías que te enseño en cada post que publico, y eso tiene mucho trabajo detrás, cursos, practicas, ensayos, paciencia y ojo, mucho ojo detrás de un visor.
2- Estudiar y hacer muchos deberes
Y aunque pueda parecer lo contrario, mi hija no falta al colegio, creo que en el curso del 2017 faltó solo 5 días en febrero para poder irnos a República Checa y te puedo asegurar que aprovechamos todos los parones para hacer deberes y estudiar mucho, incluso cuando llegamos por las noches al hotel, la peque, siempre hace un resumen de lo que hemos hecho en el día, casi me atrevería a decir como ha sido el caso de este último viaje a Polonia en Navidad, que la niña ha estudiado más que si hubiera estado en casa. Por cierto “Viajar es educar” y estoy convencida de que por cada experiencia de viaje que realizamos con nuestra hija, ha aprendido más que con 10 libros del colegio.
3-Imprevistos en los transportes
Nuevamente los transportes tienen que ver con uno de los motivos que más pueden “agobiar” en los viajes, ¿quién no ha sufrido y enfadado por un retraso en la salida de su avión? ¿quién no se ha equivocado de andén a la hora de coger un tren y se ha puesto nervioso por ello? ¿quién no se ha pasado de estación? ¿o al llegar a los monitores en un país extranjero no ha entendido ni papa?
4- Inclemencias del tiempo
¿Y el tiempo? ¿cuantas veces hemos mirado el tiempo que va a hacer en nuestro destino antes de marchar?. Nos ha llovido miles de veces en París, hemos tenido algún que otro día nublado en Ibiza, un frío que pela en Polonia, incluso habrá quien no haya podido salir del hotel por temporal en el Caribe y recuerdo como si fuera ayer, como la primera vez que llevamos a nuestra hija a Disney no paraba de llover.
5- Entender el idioma
Y si, los idiomas son muy pero que muy importantes y también nos equivocamos, a veces como cuando en Alemania he pedido un café solo y me han traído una taza de leche casi como para un desayuno, y si, a veces hemos pagado turistadas y luego descubrimos que justo al lado hay un restaurante con un precio mucho más asequible, o hemos preguntado donde está la gasolinera y nos han guiado hasta un estanco porque hemos entendido todo al revés, o hemos llegado al coche y nos hemos encontrado con una notita porque pensábamos que se podía aparcar y no se podía…
6- Comer mal
Es imposible que se coma siempre bien en un lugar conocido así que imagínate en un destino desconocido, muchas veces también nos ha tocado comer fatal, ¿has probado el arroz al curri de Ryanair? ¿has probado alguna vez la “no coca-cola? ¿el café en Francia?
7- Situaciones inesperadas
Una de ellas nos sucedió justo el día anterior de marchar a los Castillos de Loira. Mi pequeña se rompió un dedito del pie, pasamos horas en el hospital y por fortuna el médico nos dijo que podía andar sin problemas, aún así, al día siguiente a nuestro viaje, decidimos rescatar del trastero la silla que teníamos ya olvidada, imagínate nuestra peque con 9 años en una silla. ¿Y cuando el coche nos dejó tirados a 12 horas de nuestra casa? buff, eso prefiero ni recordarlo, eso si que me enfadó mucho pero mucho mucho, sobre todo con el seguro que teníamos contratado.
8- el GPS te la puede liar
Qué haríamos sin el gps, la verdad que ya ni me acuerdo de aquellos primeros viajes por carretera con el mapa en la mano. Para mí el GPS es el invento del siglo para el viajero en carretera, pero también es verdad que alguna vez que otra, éste querido amigo nos ha mandado por lugares sin salida, o se ha perdido la señal justo en momentos clave, o nos ha mandado por rutas de peatones o…….pero no se qué haríamos sin el.
9- Miedo a volar
Y si, tengo que reconocer que cada vez tengo más respeto a volar, ¿has aterrizado en el aeropuerto de Bilbao con un día de viento? una experiencia única, vamos que se te quitan las ganas de volver a coger un avión en tu vida.
10- El post viaje- recoger
¿Y cuando llegas a casa después de más de 1 semana de viaje y no sabes donde tienes nada, y la de ropa que tienes que lavar que luego hay que planchar? no se tu, pero en mi caso, hay veces que tardo 1 semana entera en vaciar la maleta y dejar todo en su sitio jajaja.
Como ves, son muchos los inconvenientes a la hora de viajar en familia, son muchos los contras, los agobios, problemas, equívocos e inclemencias que te puedes encontrar cuando decides viajar, aún así son tantos y tantos los beneficios que nos aporta, que todo lo mencionado antes queda borrado en 1 segundo.
Viajar es bueno para mi salud
¿Cuando nos vamos de nuevo?
Categorías: Reflexiones, Viajar con niños
Ufff sobre todo el de vaciar las maletas. Me pasa como a ti…
jajaja, las mías a veces se tiran en una habitación más de 1 semana jijiji
El post viaje q rollo. Comer mal, q razón tienes. Los traslados, uff, yo tb soy de las q desearía teletrasnportarse. Cierto viajar puede tener ratos de agobio pero al final lo q cuenta es el recuerdo.
Al final cada viaje tiene su recompensa, así que aún con esto y todo, yo repetería 1000 veces jijiji
Me ha gustado mucho este post, desde luego son cositas que pasan en los viajes y que no siempre nos cuentan 😛 Pero tienes razón en que, al final, todo esto vale la pena. Un abrazo y buena suerte para tu próxima escapada!
Viajar tiene sus cosas, pero lo bueno siempre supera a todo jiji. Saludos.